Las claves económicas del año que empieza:
la región crece, pero más lento |
La post crisis internacional plantea un nuevo escenario, en el que la región se recupera pero a menor ritmo que otros bloques emergentes |
la industria espera despegar |
tras un 2017 frío, la industria va a acompañar al crecimiento de la argentina, pero a un ritmo menor |
la economía no despega, pero va bien dirigida |
el contexto mundial ayuda a la argentina, pero faltanprofundizar reformas para garantizar un crecimiento a largo plazo |
la inflación se dispara otra vez |
en enero, la minorista fue de 1,8% y 25% interanual |
la actividad económica acumula avances |
creció 3,9% en noviembre y acumula un avance de 2.9%. La industria cerró el año con un crecimiento de 1,9%, muy lejos del -4,6% de 2016 |
leve mejora de las cuentas fiscales |
El déficit fiscal primario de 2017 fue 3,9% del PBI, tres décimas por debajo de la meta fiscal. El déficit financiero, sin embargo, creció del 5,9% al 6,1% del PBI |
récord en el déficit comercial |
El déficit comercial totalizó en 2017 us$ 8.741 millones (1,4% del PBI), el valor más elevado de la historia en términos nominales. Con Brasil, el déficit fue record (u$s 8.672 millones) |
El primer Informe Económico Mensual de 2018 plantea un escenario de recuperación económica para América Latina después de la crisis internacional, aunque a un menor ritmo que otros bloques emergentes. El líder Brasil, que actuó últimamente como ancla, está mejorando. La zona del Pacífico experimenta mayor expansión respecto al Atlántico. La región sigue siendo sensible al precio de commodities que con la devaluación del dólar pueden recomponerse parcialmente. 2018 es un año de recambio electoral en muchos países de América Latina.
En cuanto a la Argentina, los motores del crecimiento en 2018 para la economía en general van a ser entre otros la obra pública, el agro y la producción energética. La industria va a acompañar pero a un ritmo menor. Desde el gobierno estiman un crecimiento de 3% para el conjunto de la economía. Para los directivos de la UIA, se proyecta un crecimiento de 2 % para la industria manufacturera. La actividad fabril va a depender mucho de Brasil y del propio mercado interno.
Sin embargo, el informe advierte que si el gobierno no encara fuerte el 2018 con el oxígeno de las elecciones perderá una ventana interesante de acción de política económica. 2019 es un año electoral y se podrá avanzar menos. Por ahora no estamos en un sendero de crecimiento de largo plazo. Para esto faltaría un ratio mayor de inversión a producto cercano a 25% (hoy es solo 17%). La inversión bruta es sensible a la presión tributaria, al marco laboral, al tipo de cambio real y al crecimiento, entre otros factores. En definitiva un optimismo moderado.
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